lunes, 12 de octubre de 2009

CARTA DE UN VAMPIRO

Gracias a ti aún vivo. Aunque parezca que estoy loco aún estoy vivo. Sé que esto jamás acabarápor la desgraciada sed del ser que me condenó a vivir eternamente en la soledad. Mi mayor tristeza es saber que lo único que me ayuda a aguantar mi fría soledad es el dormir... nunca soñar, y de vez en cuando levantarme de mi mugriento y desgastado lecho a seguir consiguiendo energías para los siglos infinitos que me quedan sobre la Tierra. Por eso te doy las gracias... por eso os doy las gracias. Sí, os doy las gracias, seres mortales, aunque mi soledad y eterna estancia en lo más oculto se deba a vuestro miedo y por ello sea mi desgracia. Por miedo haríais de mi y de los demás condenados siglos de olvido y exterminación. Pero os doy las gracias... porque sois mis enemigos pero también mi energía, energía que no malgasto ya que vivo para dormir entre las sombras que me atormentan desde mi primera víctima... una mortal a la que conocía y amaba y que tanto bien en mi agraciada existencia previa me hizo... pero ahora ya no me sirve de nada lamentarme por esas víctimas. Durante estos cientocincuenta años he aprendido a no beber la última gota y a arrancarles el alma de sus insignificantes cuerpos y olvidarme completamente de sus demacrados rostros que gritaban mientras les quitaba la vida. Ahora ya no me importa quien es el ser que me da energía, sólo me preocupo de saciar mi sed antes del amanecer y sin que nadie me vea. Y ahora que os he agradecido estos siglos que habéis alargado mi inútil existencia me despido, esperando entre las sombras un próximo encuentro con alguno de vosotros.

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